Esta es una pregunta que muchos profesionales se hacen, sobre todo cuando trabajan de forma independiente o freelance. Negociar el precio de tu trabajo no es fácil, pero tampoco imposible. Aquí te damos algunos consejos para que puedas hacerlo con éxito y sin perder la confianza en ti mismo.
- Investiga el mercado. Antes de presentar tu propuesta, es importante que sepas cuánto se cobra por el tipo de servicio que ofreces, tanto en tu país como en el extranjero. Así podrás tener una referencia de lo que es justo y razonable, y evitar pedir demasiado o demasiado poco.
- Define tu valor. No solo se trata de lo que sabes hacer, sino también de lo que puedes aportar a tu cliente. Piensa en los beneficios que tu trabajo le generará, en los problemas que le resolverás, en los resultados que le garantizarás. Estos son los argumentos que debes usar para justificar tu precio y demostrar tu profesionalismo.
- Sé flexible, pero firme. Es normal que haya una negociación entre las partes, y que tengas que hacer algunos ajustes o concesiones. Pero eso no significa que debas aceptar cualquier cosa o rebajar tu precio hasta el punto de perder dinero o dignidad. Ten en cuenta tus costos, tus necesidades y tus objetivos, y establece un límite mínimo que no estés dispuesto a bajar.
- Comunícate con claridad y respeto. La forma en que te expresas puede marcar la diferencia entre un acuerdo satisfactorio o un conflicto innecesario. Usa un tono cordial y paraguayo, pero también firme y seguro. Evita las palabras ambiguas o negativas, y enfócate en los aspectos positivos y las soluciones. Escucha lo que tu cliente tiene que decir, y trata de entender sus necesidades y expectativas.
- Cierra el trato por escrito. Una vez que hayas llegado a un acuerdo con tu cliente, es importante que lo formalices por escrito, ya sea mediante un contrato o una factura. Así evitarás malentendidos o incumplimientos futuros, y tendrás una prueba legal en caso de que surja algún problema. Revisa bien los términos y condiciones del documento, y asegúrate de que reflejen lo que acordaste verbalmente.
Negociar tu salario o tu tarifa por servicios con tu cliente no tiene por qué ser una experiencia estresante o frustrante. Si sigues estos consejos, podrás hacerlo con confianza y profesionalismo, y lograr una relación de trabajo beneficiosa para ambas partes.
Emprendé bien 